domingo, 11 de noviembre de 2018

El Carajillo



Parte fundamental y sin la que no se puede finalizar todo buen almuerzo es el carajillo sea de coñac, anís, whisky o ron, siendo este último mi favorito.

 
Pero, ¿de donde procede el carajillo?¿donde tiene su origen?
Unos dicen que se inventó en la guerra de Cuba, cuando los soldados españoles, al
escasear las provisiones y dada la enorme distancia hasta España, se tenían que abastecer de productos autóctonos como el ron y el café.
La mezcla del brandy o ron con el café les daba coraje, por lo que la frase común era
"...vamos a coger corajillo" y así entraban en combate entre excitados y colocados.
 Otros piensan que el invento nació en Cataluña, según cuenta el escritor español, Josep
Pla, los transportistas lo pedían en la Barcelona de principios del siglo XIX porque tenían
tanta prisa que no les daba tiempo a tomar el café y la copa por separado, por lo tanto tenían que tomarlos mezclados en el mismo vaso. El nombre vendría de la expresión en catalán "que ara guillo" (que me largo).
Otra teoría es que los indianos procedentes de Cataluña daban a sus esclavos un carajo (café con ron) cada mañana para que trabajaran con más alegría y se trajeron la idea a
España a su vuelta. En cualquier caso, la combinación se encuentra en otros lugares con
nombres diferentes, en Mallorca es un rebentat, en Cataluña es conocido también como
cigaló, mientras que en el norte de Italia se conoce como café corretto.


Pero es en la provincia de Castellón donde con más cariño y ritual se prepara y se hacen
los mejores carajillos, también en algunos lugares de la zona norte de la provincia de Valencia, donde es conocido así mismo como cremaet.
Sea en vaso o en taza de barro, con una rodaja de limón o sus granos de café, se puede preparar de diferentes modos, incluso hay quien comete el sacrilegio o la herejía de ponerle
canela, pero siempre tiene que hacerse quemando el alcohol.
Hay a quien le gusta el carajillo sin quemar, como a Paco, un amigo torero que siempre lo pide de coñac sin quemar, pero eso no es un carajillo, es un café tocado o un valenciano.


La elaboración, aunque sencilla, no deja de ser laboriosa. Atentos a los ingredientes y al cómo se hace:

Ingredientes

  • Alcohol (Anís, Whisky, Coñac ó Ron) (3/4 partes del vaso).
  • Azúcar (1 dedo).
  • Granos de Café (mínima 2 granos).
  • Corteza de limón.
Elaboración:
En un vaso de cristal ó barro se debe precalentar el alcohol seleccionado ligeramente, mezclado con corteza de limón, granos de café, para que pueda coger la temperatura necesaria quemándolo con un encendedor o mechero a posteriori. Así empieza el proceso de cremat del carajillo.
Este proceso es muy importante y es el que diferenciará el toque más fuerte o menos. Cuanto mayor tiempo estemos quemando el mismo, más suave quedará. Importante: utilizar una cucharilla de rabo largo, para evitar quemadura.
Finalmente se verterá el café hasta cubrir el vaso. Se puede ver en ese momento el cambio de densidades creándose el efecto ola, ya que en un primer momento y debido a la saturación del azúcar en el alcohol se crean dos capas con diferente densidad.
Un consejo para tomar el carajillo: tomar a sorbos, apreciando como envuelve el paladar, nunca de golpe.
La presencia del carajillo eleva los decibelios gustativos del «esmorzaret» y completa la sobremesa matutina.
¡Qué aproveche!




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