Nos gustan mucho los huevos, de todas las formas posible, por eso vamos a hacer un repasito por distintas recetas que navegan por Internet, comenzando por todo un clásico los Huevos Benedictine ( o Benedictinos), si preferís.
Los Huevos Benedictine son un desayuno fácil de preparar , consisten en huevos escalfados, servidos en un pan muy tierno o muffin, en el que se coloca una loncha de jamón o beicon, y se bañan en una salsa holandesa.
Ingredientes para dos personas:
Para la salsa holandesa:
Preparación:
- Comienza por hacer la Salsa Holandesa, derritiendo la mantequilla en una cacerolita retirando la espuma que aparece en la superficie, y espera a que se enfríe un poco.
Coloca las yemas de huevo en un bol y bátelas a mano hasta que empiecen a montar. Luego agrega poco a poco la mantequilla templada, con cuidado de no agregar el suero que queda en el fondo, sin dejar de batir hasta conseguir una consistencia cremosa y lisa. Agrega el zumo de 1/2 limón o una cucharada de vino blanco y una pizca de sal y pimienta sin dejar de batir. Reserva hasta el momento de servir.
Puedes servir la salsa holandesa en un pequeño plato en el centro de la mesa y decorarlo con un poco de pimienta espolvoreada o cebollino picado.
- Haz un huevo poché o escalfado, introduciendo el huevo, una vez retirado de su cáscara, en un bol. Viértelo suavemente en una olla con abundante agua y un chorro de vinagre o limón (para facilitar la coagulación) y remueve un poco el agua con ayuda de una cuchara. El agua debe estar muy caliente pero no hirviendo.
Procura darle una forma redonda al huevo con la ayuda de la cuchara, cubriendo la yema con la clara a medida que se va cocinando.
- Tuesta el muffin inglés o el pan, coloca un poco de mantequilla o queso crema, y coloca la loncha de jamón o beicon. Luego coloca delicadamente el huevo escalfado por encima y vierte generosamente salsa holandesa por encima del huevo.
Espolvorea con cebollino por encima, ¡y que aproveche!
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